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domingo, 13 de julio de 2014

Prótesis Auditivas (Discapacidad Auditiva)






Discapacidad Auditiva


Es un déficit total o parcial en la percepción auditiva. Si se pierde esta capacidad de forma parcial se denomina hipoacusia y si se pierde por completo se llama cofosis. Además puede ser unilateral o bilateral. 


Las personas que sufren esta discapacidad tendrán problemas para oir y se verá afectada su la capacidad de comunicación. 

Se detecta a través de una prueba de audiometría para percibir los problemas de intensidad y frecuencia con la que se detectan los sonidos. 

La discapacidad auditiva puede ser un rasgo hereditario se puede sufrir a consecuencia de un traumatismo, una enfermedad, una larga exposición al ruido y la ingesta de medicamentos demasiados agresivos para el nervio auditivo. 

Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo y/o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labio facial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos (UCV).


Prótesis Auditivas

Son también conocidas como audífonos variarán en función de cada persona en particular, con el fin de adaptarse mejor a ellos y lograr el máximo beneficio a la hora de llevar a cabo una rehabilitación auditiva específica. 

Características de las prótesis auditivas

Los audífonos han experimentado una enorme evolución a lo largo del tiempo, ya que se ha pasado de los primeros audífonos analógicos al audífono digital, pasando por el audífono analógico programable por programador digital.

Todo audífono tiene unas características eléctricas y acústicas determinadas (ganancia de audición, consumo y duración de la pila, dispositivo de entrada del audio…), así como una serie de ajustes de cara a lograr el mayor resultado óptimo posible.

El audífono digital, el más actual y moderno, funciona de la siguiente manera: capta la señal acústica por medio del micrófono y la convierte en una señal eléctrica. Después, las diferentes frecuencias se van filtrando (dejando pasar las frecuencias del habla) y la convierte en una señal digital.

Esta señal digital se procesa en la unidad central del audífono y es en el auricular o en el vibrador donde se convierte finalmente esta señal en sonido o en vibración respectivamente.

También se deben tener en cuenta una serie de factores que nos orientarán a la hora de decidirnos por un tipo u otro de adaptación protésica. Estos parámetros son:

·         Edad: una pérdida auditiva en la infancia es crítica y es necesaria su rehabilitación lo más rápido posible. No debemos olvidar que en las etapas tempranas es cuando se adquiere el lenguaje, siendo importantísimo proporcionar al pequeño con deficiencia auditiva una correcta amplificación de los sonidos que recibe del entorno (en especial los sonidos del habla).
·         Tipo de pérdida auditiva: las actuales pruebas para diagnosticar deficiencias auditivas permiten adaptar prótesis durante los primeros seis meses de vida. De este modo podremos averiguar si la pérdida afecta a uno o a los dos oídos, así como qué parte del oído se ve afectada.
·         Grado de pérdida auditiva: este parámetro también determinará cuándo se deberá realizar una adaptación protésica.
Tipos de audífonos
Existen gran variedad de audífonos, y es necesario valorarlos todos para encontrar aquel que puede dar el mayor beneficio a nuestro hijo con algún tipo de deficiencia auditiva, y así lograr aprovecharlo lo más posible.

Entre las prótesis auditivas más destacadas nos encontramos:

·         Audífonos retroauriculares: son los más conocidos y tradicionales. Se colocan detrás de la oreja y se adaptan para conseguir evitar el acoplamiento acústico (es decir, evitar que el sonido sea captado por el micrófono para ser amplificado de nuevo). Este tipo de audífono es el más indicado para las pérdidas severas y profundas. Tal vez, el mayor inconveniente que tiene es su aspecto estético, que puede ser rechazado en algunos casos, en especial en niños pequeños. Para los niños se realizan algunas adaptaciones, como por ejemplo realizar moldes blandos de silicona, con el fin de eliminar las lesiones por golpes, mejorar la adaptación y ayudar a evitar mejor el acoplamiento acústico.
·         Audífonos intraauriculares: son los audífonos cuyo tamaño y fabricación suele ser personalizada, ya que van dentro del oído externo. El inconveniente es que no cuenta con las características de potencia y amplificación necesarias para cubrir pérdidas graves. También podemos encontrarnos los audífonos que van dentro del conducto auditivo, siendo mucho más estéticos y con un mayor rendimiento, aunque tampoco son aconsejables para pérdidas graves.

·         Gafas auditivas: se usan cuando es necesario coordinar bien la corrección visual con la acústica. Además, actualmente se adaptan los audífonos en formato de gafa auditiva también cuando existe un problema de audición muy considerable entre ambos oídos. Otro tipo de adaptación es el audífono por vía ósea, la cual se emplea para casos en los que no se puede poner un molde adaptador.

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